Demasiado fácil, demasiado predecible.
Te tengo sobre las puntas de mis dedos bailando como una marioneta. Las cosas no pasan porque sí, siempre hay motivos y esta vez no va a ser una excepción, o por lo menos yo me encargaré de ello. Es hora de la que decida sea yo, mejor dicho que me de cuenta de lo que realmente pasa y haya abierto los ojos, los que me cubriste con capas y capas de cinta aislante.
Aunque en verdad nunca se me ha dado bien lo de ser mala, a diferencia de otros seres que habitan sobre la faz de la Tierra.
Ser buena es malo y malo es ser buena.
Prefiero no pensar lo que quiero, que luego me llevo sorpresas y no precisamente de mi agrado.
Pero eso es problema mío y de nadie más.