No es que quiera convertirme en un simple recuerdo... pero no es nada fácil sobrevivir a base de sueños.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Como la sensación que se crea al masticar por primera vez ese chicle, como cuando das la vuelta a la almohada deseando sentir que esté algo más fría, como cuando te desvelas en la noche y aún ves que te quedan tres horas y media por delante para seguir soñando, como cuando conoces a una persona por primera vez y ya sabes cómo es, como cuando las galletas con pepitas de chocolates se han puesto más blandas, como cuando sales a la calle en pleno invierno con el pelo mojado, como cuando escuchas tu canción favorita, o como cuando reinicias algo que habías abandonado hace siglos.
Tampoco creo que existan prototipos ni modelos, es más si existen, no sería capaz de asemejarme a ellos.
Es diferente, y eso se puede apreciar a miles de kilómetros. Ser constante suena demasiado bien, y al principio siempre hay ganas de más. Poco a poco eso se desgasta, ya no hay tantas.
Reírte de lo malo y llorar por lo bueno. Sí, es algo así. Me refiero a que es como querer ordenar mil sensaciones y sentimientos y no saber cómo comenzar, ni siquiera saber por qué hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Tú aportación puede ser muy importante para mí!
Gracias~